La bielorrusa Victoria Azarenka revalidó su título en el Abierto de Australia de tenis al derrotar este sábado a la china Li Na en tres sets (4-6, 6-4 y 6-3) en una final intensa y dramática disputada en Melbourne.
Es el segundo título del Grand Slam que gana Azarenka que, de esta manera, conservará a partir del lunes su puesto como número uno mundial del circuito femenino de tenis.
Azarenka se impuso al término de un partido sensacional y un poco enloquecido, marcado por dos lesiones de Li Na en el tobillo izquierdo, que motivaron dos tiempos muertos médicos y la interrupción, por unos 10 minutos, del encuentro como consecuencia del lanzamiento de fuegos artificiales con motivo de la celebración del día nacional de Australia.
Li Na, quien al igual que Azarenka buscaba por segunda vez un título "grande" (tras su victoria en Roland Garros-2011), se vio perjudicada primero por una torcedura de su tobillo izquierdo en el segundo set y una segunda, en esa misma zona corporal, al inicio del tercer set, que además le provocó una caída tras la que se golpeó con fuerza en la cabeza.
Sin embargo, la jugadora china, de 30 años, comenzó mejor el partido que su contrincante y se llevó el primer set por 4-6.
Cuando se disputaba el segundo y perdía por 3-1, Li Na sufrió su primer percance físico y necesitó ser atendida en la pista para que le colocaran un vendaje en el tobillo.
Tras la reanudación, la china se colocó con empate a cuatro, aunque finalmente cedió el set por 6-4.
Cuando dominaba por 2-1 en el tercer set, Li Na volvió a torcerse el tobillo en una aparatosa caída, en la que se golpeó la cabeza también, en el primer punto que se disputaba tras la interrupción por los fuegos artificiales.
Li Na, que en algunos momentos sonreía por su mala suerte, tuvo que ser atendida de nuevo en la pista, pero tras este segundo percance, ya solo fue capaz de ganar un solo juego a Azarenka, de 23 años, que acabó llevándose el partido.
"Ni siquiera recuerdo la última vez que me cai en una cancha, con que caer dos en un partido es bastante increíble", admitió Li Na. "La segunda vez, cuando me he golpeado la cabeza contra el suelo, no he visto nada durante dos segundos. Negro total. El cuidador me ha dicho de concentrarme en su dedo. Me ha hecho reír. He pensado: 'Estamos en una cancha de tenis, no en un hospital'", añadió.
La final estuvo marcada también por el nerviosismo de las dos jugadoras, que se rompieron un total de 16 veces el servicio. Li Na dispuso de hasta 18 bolas de break, aunque solo aprovechó siete.
La china cometió muchos más errores no forzados que su rival (57 por 28), aunque también es verdad que hizo el doble de golpes ganadores (36 por 18).
Azarenka, además, jugó con la mayor parte del público del Rod Laver Arena en contra, tras las críticas recibidas por la jugadora tras su semifinal contra la estadounidense Sloane Stephens en la que solicitó un polémico tiempo muerto médico al final del encuentro.
"Es un sentimiento muy diferente al del año pasado (...) No ha sido fácil. Había mucha presión y además la historia con Sloane se convirtió en un caso. Ha sido duro. Pero tenía que adaptarme. mantener la calma y ser positiva. Creo que lo logré", dijo la ganadora.
La bielorrusa, que rompió a llorar tras el último punto, se ha convertido en la segunda jugadora que en las últimas 25 finales de Grand Slam, es capaz de vencer pese a perder el primer set.
En el otro precedente también estuvo implicada Li Na, quien ganó el primer set de la final del Abierto de Australia de 2011 ante la belga Kim Clijsters, antes de acabar perdiendo el partido en tres sets.
Li Na, que tiene 30 años y 335 días, perdió la oportunidad de convertirse en la jugadora más veterana en vencer en el Abierto de Australia, aunque realizó un remarcable torneo, no cediendo ni un solo set hasta la final pese a haberse enfrentado a jugadoras de la talla de la rusa Maria Sharapova y la polaca Agnieszka Radwanska, números 2 y 4 del circuito.
La china ascenderá al quinto puesto de la clasificación mundial cuando se publique el lunes la lista actualizada de la WTA.
Li Na demostró deportividad tras el encuentro al reconocer que Azarenka "jugó mejor los juegos importantes", aunque admitió que sin su doble lesión "quizá la final habría sido distinta". "Nunca lo sabremos".
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