A finales de noviembre se sabría si las corridas de la Feria Taurina de Medellín seguirán tal cual o si los organizadores deberán modificarlas. Para esos días estaría aprobado o hundido el proyecto de acuerdo 043 de 2012, mediante el que varios concejales buscan eliminar el sufrimiento, el dolor y la muerte del toro en el espectáculo.
El concejal conservador Álvaro Múnera Builes y Ramón Emilio Acevedo Cardona, del Partido de la U, autores de la iniciativa, informaron que, luego de modificar los dos artículos que lo componen, la Personería dio concepto favorable al proyecto.
Además, la Alcaldía dio respaldo jurídico y político. A mitad de año, cuando el alcalde de Bogotá,Gustavo Petro Urrego, determinó que en la plaza La Santamaría no se harían más corridas sino actividades educativas y culturales, su homólogo de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, expresó su simpatía por las corridas incruentas que se han experimentado en ciudades como Las Vegas, E.U.
Y ahora fue Carlos Mario Gómez Correa , secretario general del Municipio, quien señaló que la propuesta de los corporados "se ajusta a derecho y es coherente con el postulado de la Administración, de respetar la vida".
Con ello, quedó listo para el primer debate en la comisión tercera, que sería esta semana, en fecha por definir. Y luego pasará a segundo y último debate en la plenaria.
El proyecto también pretende impactar las peleas de gallos, pero es la tauromaquia el tema más polémico, porque aunque sus dos artículos y el parágrafo no lo dicen, acabaría nada más y nada menos que con los tres tercios de la faena: pica, banderillas y muerte del toro.
El documento original, radicado en julio, fue firmado por 17 de los 21 concejales. Tras las modificaciones, sus autores confían en que sea votado por la mayoría.
Es decir que, si sus cálculos se cumplen, los cambios aplicarían para la feria de 2013 que, del 19 de enero al 16 de febrero, programa cinco corridas, una novillada y un festival.
Santiago Tobón Echeverri, director ejecutivo de Cormacarena, organizadora de la feria, sostuvo que para la próxima invirtieron más de 2.000 millones de pesos y contará con estrellas como el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y los matadores Sebastián Castella y Luis Bolívar.
De acuerdo con sus datos, en 2012 asistieron 56.000 espectadores y para 2013 esperan 62.000. "Si aprueban el proyecto, tendrán que indemnizar a toreros, empresas y a todo el mundo", comentó Tobón.
Los argumentos
Los corporados basan su propuesta en la Sentencia C-666 de 2010, de la Corte Constitucional que, aunque permite la fiesta brava y las riñas de gallos en los lugares y tiempos que tradicionalmente se han hecho, resuelve que los animales "deben, en todo caso, recibir protección especial contra el sufrimiento y el dolor durante esas actividades".
Álvaro Múnera también argumentó que, según el fallo del Consejo de Estado con radicación interna número 22.592, del 23 de mayo de 2012, "los animales son seres sintientes, son fines en sí mismos y susceptibles de ser titulares de derechos, como el de no ser maltratado o tener una muerte digna y sin sufrimiento".
Agregó que la Sentencia C-539 de 2011, de la Corte Constitucional, "establece, frente a las decisiones de la Corte que, en caso de exequibilidad condicionada, como la de la C-666 de 2010, que son vinculantes la parte resolutiva y las consideraciones que fundamentan de manera directa e inescindible tal decisión".
Y subrayó que en la C-666, "la Corte, en la parte motiva, nos da las facultades a los concejos: para no vulnerar el principio de autoridad de las autoridades locales, se deben presentar normas de rango legal e infralegal para llenar ese vacío entre espectáculos crueles y manifestaciones culturales, de modo que prevalezca la protección de los animales".
Los taurinos se apegan a la Ley Nacional Taurina (916 de 2004) y alegan que la parte vinculante de la sentencia C-666 de la Corte es la resolutiva y que en ella se permiten las corridas en el país.
Luis Alfonso García, director ejecutivo de Asotauro, dijo que el proyecto quiere acabar las corridas porque, "si se le quitan varas, banderillas y la muerte, no queda nada".
Enfatizó en que en el artículo 7, la Ley 84 de 1989 (Estatuto Nacional de Protección de los Animales) "establece excepción para corridas de toros y novilladas y la Corte Constitucional, en la Sentencia C-666 de 2010, lo declaró exequible".
Añadió que el Concejo "no tiene potestad para ponerle condiciones a la celebración de espectáculos taurinos, diferentes a las contenidas en la Ley 916 de 2004".
"En 2008, cuando la entidad tramitó un proyecto similar, notificamos al alcalde sobre falencias legales, él lo objetó y el Tribunal Administrativo ordenó su archivo", recordó.
Anotó que el Consejo de Estado ha dicho que la tauromaquia es patrimonio cultural.
Detalló que el sufrimiento es un "sentimiento humano y nadie puede demostrar que lo haya en el animal. Puede haber dolor o estrés, pero el veterinario español Juan Carlos Illera del Portaldemostró que el toro no sufre en la corrida. Si siente dolor, tiene un sistema nervioso tan especial, que en forma inmediata bloquea ese dolor".
Y puntualizó que las corridas son cruentas porque tienen sangre, "pero no crueles, porque los espectadores no quieren ver sufrir al animal o gozar con su sufrimiento".
"Si lo aprueban, propondremos investigación disciplinaria para los concejales que lo avalen, porque están violando una sentencia de la Corte Constitucional", concluyó.
Santiago Tobón, director de Cormacarena, declaró: "Nos tienen que demostrar que causamos maltratos por fuera de la actividad taurina. No hay tortura en la tauromaquia porque no queremos obtener nada a cambio del ser humano".
Precisó que las ganancias de Cormacarena son para el Hospital San Vicente Fundación, socio mayoritario de La Macarena. "En 20 años les hemos dado más de 14.000 millones de pesos al hospital y al Municipio".
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