La sonrisa de Jaime Castrillón refleja la satisfacción personal por el deber cumplido. El gol que le marcó a Nacional la noche del miércoles en el Atanasio significó un empate (1-1) valioso que mantuvo al Medellín entre los ocho mejores del campeonato (sexto con 12 puntos). Fue su quinta conquista ante los verdes.
Ayer por la tarde, en el sitio de concentración (Hotel Poblado Plaza), antes de partir hacia el entrenamiento en el Club Unión Cristiano, de Bello, confesó que pasó bien la noche, "aunque se quería ganar, pero infortunadamente no pudimos".
Le queda el consuelo de que la gente vivió bien el encuentro, en paz, y en el terreno de juego "dimos todo para ganar". De ahí la tranquilidad que irradia y que le permite contribuir a una sana convivencia con todo el plantel escarlata.
En la distribución de las habitaciones le tocó compartir con el juvenil John Hernán, con quien dialoga y juega play para hacer placenteras las horas. Y da gracias a Dios que esté en un equipo "unido, con buena convivencia.
Le celebración de su gol ya es parte del pasado y todo su energía apunta hoy al duelo de mañana, "en el que tenemos que sumar los tres puntos en un torneo bastante parejo".
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