"Breno no se encuentra bien. Tal como le veo, está enfermo y necesita ayuda", afirma el jurista Werner Leitner, en declaraciones hoy al popular diario "Bild".
El abogado explica, asimismo, que ha solicitado una vista oral para que se revise su orden de ingreso en prisión, cuestión que puede demorarse hasta dos semanas.
La detención e ingreso en prisión preventiva del jugador, de 21 años, el pasado sábado, provocó una encendida reacción del presidente del Bayern, Uli Hoeness, quien considera la justicia ha obrado de un modo "inhumano" por la rigidez de la medida.
Breno es sospechoso de haber provocado el incendio de la casa donde vive, que ardió hasta los cimientos la noche del lunes a martes de la semana anterior.
El incendio ocurrió de madrugada, estando Breno solo en casa y en ausencia de su esposa y tres hijos, quienes poco después se personaron en la vivienda al enterarse de lo ocurrido, lo mismo que su compañero de equipo y compatriota Rafinha.
Según diversos medios alemanes, el jugador entregó tres mecheros a un miembro de los equipos sanitarios que le atendieron inmediatamente después del incendio.
Breno sufrió heridas leves, de las que fue atendido por los servicios de emergencia desplazados a su vivienda, un chalé alquilado en las afueras de Múnich.
Desde su fichaje, en 2008, el jugador ha sufrido una baja por lesión tras otra y en medios alemanes se ha apuntado la posibilidad de que sufra una depresión.
Desde el Bayern se ha expresado reiteradamente el total apoyo tanto a Breno y como a su familia, formada por su esposa Renata, el hijo en común de la pareja, Pietro, y otros dos de una relación anterior de ella.
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