Paola Espinosa sacó tres pepitas de oro, una de ellas el sábado, de la mina dorada de un México que se despidió con un abrumador dominio de los clavados en los Juegos Panamericanos de Guadalajara al ganar las ocho finales durante las cuatro jornadas.
Espinosa, campeona mundial y clavadista número uno del continente, ganó junto con Laura Sánchez la prueba del trampolín sincronizado e Iván García completó la faena en la final de plataforma de 10 metros.
México no tuvo oposición: además de las ocho preseas áureas, se embolsó tres de bronce y una de plata. Los otros países que se hicieron un lugar en el podio bajo fueron Canadá con cuatro preseas (0-2-2), Estados Unidos (0-2-1), Cuba (0-1-2) y Colombia 0-0-1.
Espinosa se consagró como la reina del trampolín ya que le aportó a México tres preseas de oro y una de bronce, mientras que Sánchez se llevó dos doradas, al igual que García, Yahel Castillo y Tatiana Ortíz.
"Mi meta siempre es ganar y para ello me preparo, pero no esperaba este oro", dijo Espinosa, de 25 años, cuando atrapó la última dorada junto con Sánchez, pese a que ambas apenas pudieron entrenar juntas para el trampolín sincronizado. "Nos sacó adelante la experiencia", agregó.
Con serie de cinco clavados sin fallas, las mexicanas lograron el triunfo que cerró un dominio total de los aztecas en esta disciplina, en la que reafirmaron su superioridad.
La dupla acumuló 338,70 puntos, por 336,30 de las canadienses Jennifer Abel y Emelie Heymans y 319,50 de las estadounidenses Kassidy Cook y Cassidy Krug, plata y bronce, respectivamente.
Ante un público alentando cada clavado de las mexicanas, Espinosa-Sánchez salieron decididas a llevarse la victoria en el primer clavado. Con un grado de dificultad de 2,0 tuvieron calificaciones de 8,5 y hasta 9, para adueñarse de la punta que no abandonaron en ningún momento.
"Ahora estoy muerta, cansada, los músculos no me responden, pero esto nos llena de confianza para un futuro", agregó Espinosa, campeona en la plataforma individual y clavado sincronizado de la plataforma.
Cuando le tocó el turno a García, éste no desentonó y se impuso con una puntuación de 553,80. Para felicidad mexicana, su compatriota Rommel Pacheco conquistó la plata con 508,20.
"Estoy agradecido con Dios que me ha dado esta oportunidad de ganar", señaló García. "Ahora, ser campeón mundial es mi sueño".
El colombiano Sebastián Villa se llevó el bronce con 471,05.
"La contundencia de México no admite discusiones", dijo Villa, quien le dio a Colombia su única medalla en los clavados.
"Estos competidores (por todos sus rivales) son mis amigos, es un honor competir con ellos", agregó el colombiano.
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