El guardameta hispano-venezolano del Real Valladolid Dani Hernández ha expresado sus sensaciones previas al partido que disputará el miércoles con Venezuela ante España, en el que la "Vinotinto" quiere "evaluar" la progresión de su "nivel" en su afán por disputar en Brasil su primer Mundial.
Hernández nació en Caracas (Venezuela) hace veintiséis años, pero tan sólo residió dos, ya que sus padres, naturales de Tenerife, regresaron a España tras unos cuantos años trabajando allí en su ímpetu por hallar una mayor estabilidad, como tantos otros canarios.
No retornó hasta que lo hizo con la selección "Vinotinto", con la que acumula varias convocatorias (6), aunque no tantas como su hermano mayor, Jonay Hernández (27), el cual, a sus 33 años, actúa en el Tenerife.
Él le ha dado el relevo y el cancerbero, un auténtico trotamundos del fútbol español, no oculta su "orgullo" por vestir los colores de Venezuela, aunque no ha disfrutado de mucho tiempo para sumergirse en el país y conocer su situación sociopolítica.
Sin embargo, el jugador, que "se siente español y venezolano a partes iguales", desliza lo bien que le arroparon en el vestuario del combinado venezolano desde que debutó ante Ecuador con una victoria por 1-0.
Aquel día empezó a fotografiar sus primeros recuerdos en tierras venezolanas, aunque admite que sí le sonaban algunas calles.
"Pude comprobar que es muy diferente a España. Mi hermano me había contado como era y yo me sentí emocionado por volver a pisar la tierra en la que nací", asevera.
Desde entonces lo ha hecho en varias ocasiones, la última de ellas antes de disputar la pasada Copa América en Argentina en la que la "Vinotinto" obtuvo su mejor clasificación histórica.
Notables antecedentes para un equipo que ansía jugar su primer Mundial dentro de dos años en Brasil.
"Se está trabajando bien, en buena línea para intentar llegar a Brasil 2014. El fútbol está creciendo mucho y ya le ha robado bastante terreno al béisbol. Buena muestra de ello es que en esta última convocatoria vamos 17 futbolistas de fuera. Tenemos un bloque defensivo muy fuerte que confía en la gente que tiene arriba", detalla.
Un concepto balompédico "reforzado" con un grato resultado en la última Copa América y el hecho de empatar a puntos con Argentina y Uruguay en la cabeza de la tabla de su grupo de clasificación para el Mundial.
"No hay que sacar pecho, sino que tenemos que seguir trabajando por intentarlo. Sería una locura en Venezuela, donde se vive el fútbol de una manera diferente. Son más apasionados", barrunta el guardameta acerca del recibimiento por las rúas de Caracas que augura en el caso de que alcancen su meta.
De momento, quieren comprobar la mejoría que ha experimentado su nivel competitivo ante el mejor contrincante posible, el que todos quieren ganar, la última campeona del Mundo, España, y en su casa, en Málaga, este miércoles y a las 21.30 horas.
También mejorar la imagen respecto a su último enfrentamiento, el pasado 7 de junio y en Caracas (0-3).
Una "oportunidad única", "la más grande", matiza, que Dani Hernández anhela "disfrutar" en el campo y si puede, con una victoria que "no" le "dolería".
Sin lugar a duda, un gran partido que le llega de forma inesperada en virtud de los escasos minutos de juego con que viene contando este "mochilero" del fútbol desde que ha recalado en el Real Valladolid tras pasar por Rayo Majadahonda, CD Guadalajara, Collado Villalba, Real Madrid C, Rayo Vallecano B , Real Jaén, SD Huesca, Valencia CF Mestalla y Real Murcia.
En esta, su primera temporada a orillas del Pisuerga, ha jugado unos 170 minutos de Liga, merced a la expulsión de Jaime Jiménez en el partido ante el Alcorcón y a los diez minutos de juego.
Entonces, sin haber calentado, paró un penalti y un posterior rechazo tras un barullo en el área.
"Fue la primera vez que me tocó salir a parar un penalti tras la expulsión de un compañero. Salí al campo convencido de que lo iba a parar. La mentalidad es muy importante", indica el arquero, al que esta parada y las que realizó en aquel partido y el siguiente le han valido para que el seleccionador de Venezuela, César Farías, haya vuelto a citarle.
Algo "no muy habitual", en opinión de Dani Hernández, quien asimila esta convocatoria como "una palmada en la espalda" por el trabajo que viene realizando con la selección y con su club, el Real Valladolid, al que ve la próxima temporada en Primera División, donde todavía no ha debutado.
Un esfuerzo en el que persiste y cree este amante del baloncesto que tiene claro que, además, debe labrarse un futuro paralelo al fútbol para cuando éste se acabe.
Por ello, empezó INEF, acude a un curso de quiromasaje y proyecta empezar otra carrera -le seduce fisioterapia- o sacarse el carné de entrenador.
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