El debut de Pékerman al frente de la Selección dejó algunos errores, pero muchas cosas para destacar: la presencia de Falcao García, la generación de fútbol por los costados.
La Selección Colombia, esa novia eterna de los colombianos, la que tantas veces negamos a pesar de los momentos de alegría, la que nos hace llorar a veces y en otras nos lleva a explotar de rabia... no lo podemos negar, es nuestra y sus coqueteos siempre nos hacen suspirar. Por eso es inevitable aceptar que una pequeña llama de ilusión se despierta en el pecho después del 2-0 sobre México.
Porque no importan los escándalos dirigenciales, la polarización nacional que despertó la sede, el hecho de que los dos últimos técnicos salieran mal o que el nuevo poco hable con la prensa. La llegada de José Pékerman despertó el interés del país futbolístico, y ahora, después de su presentación en sociedad y de mostrarnos lo que puede llegar a hacer su equipo con más trabajo, es inevitable sentirse de nuevo atrapado por la ilusión de ese primer amor.
Lo curioso es que la cosa no comenzó bien. Pékerman, demostrando que es un viejo zorro, aprovechó la idea táctica que le habían dejado sus antecesores y puso en la cancha de Miami un equipo con una doble línea de cuatro en el que era claro que el juego iba a ser manejado por la bandas.
Su problema, curiosamente, fue que los laterales que tiene no ocupan ese puesto en sus clubes y se nota: desde el primer minuto a Zúñiga y a Armero les empezaron a ganar la espalda y México se mostró peligroso por esos costados en los que Colombia trataba de generar juego.
Fue muy interesante lo que planteó el técnico para atacar: James y Armero se doblaban para desbordar por izquierda, y Zúñiga y Cuadrado hacían lo mismo por derecha mientras Pabón se convertía en una amenaza fantasma que flotaba entre la línea de defensas y volantes mexicanos, que estaba particularmente preocupada por marcar a Falcao.
Lo del 9 fue notable: su labor de desgaste no sólo generó espacios para que desde atrás llegaran sus compañeros, sino que pivoteó a placer.
Pero México asustó y mostró que Pékerman va a necesitar más que dos días para trabajar tácticamente. Guardado fue una pesadilla para Zúñiga y Zavala navegó muy libre por el medio, en donde Colombia en ese primer tiempo no pudo.
Porque sí, precisamente por esa falta de trabajo obvia, Colombia fue un muy buen equipo con la pelota en los pies pero un cuadro flojo sin ella. El mejor ejemplo de esto se vio con Aldo Ramírez: cumplió con su función de primer generador de juego desde la línea de volantes, pero naufragó en la recuperación.
México tuvo el gol al minuto 21 en un palo de Barrera al que reaccionó muy bien Ospina, que evitó de forma suicida el gol mexicano en el rebote, pero para ese momento Colombia ya había tomado impulso gracias a James y Cuadrado, amos de las diagonales, los desbordes y los centros.
Lo curioso es que el 1-0 de Colombia llegó de otra forma, de la forma oportunista de cazador de área que le ofrece Falcao García a la Selección y que rara vez había sido aprovechada por los antecesores del técnico argentino: centro de James, remate de Pabón y el rebote encuentra al 9 donde tiene que estar para que al 35 pusiera el 1-0 y anotara su gol número 11 con la Selección.
Fue el comienzo de los mejores minutos de Colombia con un James enorme que pidió el balón, se tiró al medio cuando fue necesario y trató de darle pausa a esa poco habitual velocidad de Colombia para pasar al ataque.
Sin embargo la última jugada de ese primer tiempo mostró que Colombia no estaba al frente de un equipo inferior: 'Chicharito' Hernández aprovechó el enésimo error por las bandas y tuvo el 1-1, pero entre la reacción de los centrales, de Ospina y su falta de ángulo, el 9 se lo perdió.
Aún así, 'Chicharito' fue la pesadilla del arranque del segundo tiempo. Las bandas sacaron pasaporte mexicano y el delantero del Manchester United siempre recibió pelotas que complicaron, hasta que James y Cuadrado volvieron a asumir el rol que les encargó el DT.
Fue al minuto 14 cuando llegó lo mejor y México perdió todo: James atacaba por izquierda pero frenó con inteligencia. Como un rayo pasó tras él Armero, que recibió su pase a placer y sin marca, y el de Udinese hizo lo que mejor hace en el Calcio: cruzar la bola al área para que alguien definiera. Ese alguien fue Cuadrado, enorme, que llegó de atrás y puso el 2-0.
El resto fue manejo, cambios que no afectaron el módulo ni el resultado, y la satisfacción, no de una victoria, aunque también, sino de que hay trabajo, hay jugadores y hay equipo. Sí Colombia, hay equipo. Ahora hay que darle rueda para mejorar y corregir, porque lo serio, lo que vale, se juega en Lima y Quito a mitad de año. ¿Soñamos de nuevo? Parece inevitable...
Síntesis:
Colombia: Ospina; Zúñiga, Perea, Mosquera, Armero; Cuadrado (Soto, 84'), Ramírez (Aguilar, 66'), Sánchez, J. Rodríguez (G. Moreno, 79'); Pabón, Falcao García (J. Martínez, 86').
México: Ochoa, Márquez, Moreno, Pérez (Juárez, 80'), Salcido, J. Dos Santos (Torres Nilo, 46'), Zavala (Lugo, 65'), Barrera (Alvarez, 74'), Guardado, G. Dos Santos (Sabah, 60') y Hernández (Peralta, 71').
Goles: Falcao García (35'), Cuadrado (59')
Amonestados: García, Perea (COL). Zavala, Barrera (MEX)
Estadio: Sun Life Stadiumde Miami.
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