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Lucho Herrera, más conocido como 'El Jardinerito de Fusagasugá' se convirtió en uno de los mayores símbolos del ciclismo colombiano cuando hace 25 años se coronó campeón de la Vuelta a España. Ganador de la clasificación general y de la montaña, su especialidad.
El 15 de mayo de 1987, el colombiano que no era favorito y que ni siquiera era líder de su equipo Café de Colombia, se llevó los honores en el torneo ibérico en el que participaba por segunda vez. Y su competencia no fue fácil, tuvo que medirse pedal a pedal con grandes como Laurent Fignon y Sean Kelly, quién se retiró por un forúnculo, durante las 21 etapas.
Aunque el colombiano no se caracterizaba por ser un bueno en contrarreloj, en la primera semana no perdió tiempo en el prólogo y la tercera etapa. Esto le dio tiempo al Café de Colombia para iniciar su ataque en las pruebas de montaña.
Ya en la sexta etapa, la carrera española llegó a los Pirineos. Lucho terminó tercero y le recortó distancia al líder, el irlandés Sean Kelly. No obstante, al día siguiente, terminó segundo y se ubicó a 49 segundos del nuevo puntero, el alemán Reimund Dietzen.
Pero el momento definitivo llegó en la décimoprimera etapa entre Santander y Lagos de Covadonga donde ganó sin sobresaltos y demostró una vez porqué lucía con tanta seguridad la camiseta roja que lo identificaba como el especialista de la montaña.
Desde ahí, Lucho se montó en el liderato durante las siguientes seis etapas. No obstante, Kelly recuperó la punta en la prueba que desnudaba una de las pocas debilidades del colombiano: la contrarreloj. Esta vez fue la de 24 kilómetros en Valladolid y se puso a 42 segundos.
Sin embargo, al otro día sucedió algo inesperado: cuando se corría el kilómetro 14 de la etapa 19, el técnico del equipo Kas confirmó el retiro del irlandés por una forunculosis. En ese momento, el mayor obstáculo de Herrera se quitó de la carretera.
Inmediatamente, Herrera se hizo nuevamente con el liderato y llegó a Ávila como escolta del vencedor, el francés Laurent Fignon. Con este resultado, el colombiano aumentó a 64 segundos la ventaja sobre Dietzen y la mantuvo hasta el final del circuito.
Y fue así como un colombiano se coronó en España. Lucho Herrera ganó la Vuelta a España y se vistió con la camiseta amarilla que lo acreditó como vencedor en la clasificación general y con la roja que lo confirmó como el más grande en la montaña.
Un día definitivo y emotivo para el ciclismo de nuestro país. Hoy, 25 años después, recordamos al 'Jardinerito de Fusagasugá' con el anhelo de un nuevo triunfo como el suyo.
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