Miles de aficionados del Real Madrid llenaron la Plaza de Cibeles, en el centro de Madrid, para festejar con su equipo la consecución el miércoles de su 32º título Liguero, en medio de un mar de banderas blancas y gritos de "¡Campeones, Campeones!".
"Llevábamos cuatro años esperando, pero ¡por fin! la Liga es nuestra", dice Juan, un joven estudiante de 23 años, que recuerda como en 2008 también acudió a la plaza de Cibeles, donde los "merengues" festejan sus triunfos, para celebrar la última Liga conseguida por el Real Madrid.
"Nos han hecho sufrir. Pero, cuando ganamos al Barcelona en su casa, sabía que estaba hecho", añadió, envuelto en una bandera con el escudo del Real Madrid, en referencia al segundo Clásico de la temporada, en el que el Madrid se impuso 2-1 al Barcelona, dando un paso de gigante hacia el triunfo que festejó este jueves.
Desde un par de horas antes de la hora prevista para la llegada del equipo, miles de aficionados, con camisetas, banderas y bufandas se habían ido congregando en la céntrica plaza madrileña, para esperar a sus jugadores, que llegaban sobre las 19h30 locales (15h30 GMT) a bordo de un autobús de dos pisos descapotable con un inmenso "Campeones 32" pintado en el costado.
En medio de gritos de "¡campeones, campeones!" y "¡sí, sí, sí, la Liga ya está aquí!", los jugadores, pertrechados con camisetas blancas conmemorativas del triunfo de su 32ª Liga llegaron hasta la fuente de la Cibeles, rodeada por una pasarela y un vallado para impedir a los aficionados acercarse a uno de los monumentos emblemáticos de Madrid.
Mientras por los altavoces sonaba la canción del brasileño Michel Teló "Ai se eu te pego", que pusieron de moda Cristiano Ronaldo y Marcelo, celebrando con su coreografía algún gol blanco, los jugadores fueron repartiéndose por la pasarela saltando y bailando al ritmo de la música, que sonaba por los altavoces sin que pudiera faltar el "We are the champions" de Queen.
El animador de la fiesta fue desgranando los nombres de los Casillas, Özil, Cristiano Ronaldo... mientras los aficionados respondían a cada nombre con un "¡oé!" gigantesco.
"Ya iba siendo hora", asegura Nuria Costa, de 32 años, que se confiesa madridista acérrima mostrando su camiseta del Real Madrid, su bufanda del equipo y las dos rayas morada y blanca que se ha pintado en la cara.
"Ya estuvimos ayer por la noche, pero hoy había que venir a ver al equipo", añadió, acompañada por dos amigas, con las que también estuvo el miércoles por la noche tras la victoria del Madrid sobre el Athletic de Bilbao 3-0, que dio el título liguero a los blancos a falta de dos jornadas para el final del campeonato.
Pero el gran momento llegó cuando el capitán blanco, Iker Casillas, ató al cuello de la Cibeles una bufanda del Real Madrid, en medio de un estallido de confetis y los gritos de los aficionados.
La colocación de la bufanda marcó el comienzo del final en la emblemática plaza, aunque a los jugadores, especialmente a Cristiano Ronaldo, les costó abandonar la pasarela para volver a abordar el autobús que había de llevarlos de nuevo al estadio Santiago Bernabéu, donde antes de acudir a la Cibeles, el equipo había compartido una comida.
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