miércoles, 2 de mayo de 2012

TENIS INTERNACIONAL: Madrid pide "buena fe" a Nadal, Djokovic y Federer ante arcilla azul


Los organizadores del torneo de Madrid confían en convencer a los tenistas de que la arcilla azul que estrenarán esta semana no es un capricho, sino un avance, y sólo le piden una cosa a Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer, muy críticos con la novedosa superficie: buena fe. 

"Buena fe, buena fe. Que cada jugador que prueba la pista diga de verdad y de buena fe la sensación que tiene", dijo Gerard Tsobanian, director ejecutivo del torneo, durante una entrevista con la agencia dpa. 

A Madrid le llovieron críticas de todas partes tras anunciar su intención de sustituir la tradicional arcilla naranja por una de tonalidad azul, algo nunca hecho. Diez días atrás el serbio Djokovic, número uno del mundo, fue claro al dar su opinión. 

"De la mayoría de los jugadores con los que hablé, ninguno está de acuerdo con esto", dijo Djokovic en Montecarlo. "Si los jugadores 'top' no están de acuerdo, para mí esto no tiene sentido". 

Una posición coincidente con la que el suizo Federer planteó en noviembre a dpa durante el Masters de Londres: "Me parece triste que se vaya a jugar sobre una superficie que los jugadores no aceptan". 

El más duro en la crítica es el español Nadal, que en el pasado tuvo sus más y sus menos con el rumano Ion Tiriac, el hombre que controla el torneo de la capital española, uno de los más importantes del calendario anual. 

"No apoyo esto. Estás en medio de la temporada de tierra, y la tierra en Europa es naranja. Tienes Madrid y Roma uno detrás del otro, Madrid es el único torneo en altura, y ahora le ponen un color de arcilla diferente". 

"Es un error. Los jugadores no ganan nada. El tenis no gana nada. Sólo una persona gana, el dueño del torneo. No entiendo cómo la ATP puede aceptar esto". 

Tsobanian cree que hay razones de sobra para que la ATP haya impuesto a los jugadores el probar este año la arcilla azul, y confía en que la superficie se convierta en permanente a partir de 2013. 

"¿Acaso en los torneos bajo techo no van de un color a otro? Entonces, ¿dónde está el problema? Aquí se habla de ir de un color al otro una vez, no todo el tiempo". 

Tsobanian desgranó una serie de argumentos a favor de la innovación de Madrid, seguida por Roland Garros, que tendrá este año una cancha de arcilla rosa para fines promocionales. 

"¿Es tierra batida? Lo es. ¿El color es diferente? Sí ¿Se ve mejor la bola? Sí ¿Es una mejor experiencia para todos? Sí. Entonces, ¿cuáles van a ser los argumentos en contra?". 

Nadal sostiene que Madrid ya es un torneo complejo por el hecho de que se juega a 550 metros sobre el nivel del mar. No ve entonces necesidad de sumarle una superficie que desconoce, en parte porque entre 2009 y 2011 no quiso entrenarse en la cancha de arcilla azul que los organizadores habían puesto a disposición de todos los jugadores. Tampoco Djokovic y Federer lo hicieron, aunque sí el estadounidense Andy Roddick. 

Tsobanian cree que la crítica no tiene sustento. "¿Tú conoces dos torneos que tengan la misma arcilla? No existen dos torneos en el mundo donde la sensación de jugar sea la misma. Si hay algún jugador que diga esto, es de mala fe". 

El torneo de Madrid y Nadal son en realidad muy parecidos, asegura la mano derecha de Tiriac, que elogia encendidamente al número dos del mundo por seguir siendo "una persona normal" y un joven "muy bien educado". 

"Rafael ha revolucionado el tenis, él es un revolucionario, un innovador. Su juego físico, la rotación de la bola, las camisetas sin mangas... Y nuestro torneo, finalmente, es lo mismo que él. Somos un torneo joven e innovador, él es un jugador joven e innovador. Somos idénticos, Nadal podría ser nuestro ícono". 

Tsobanian se exalta. "¡Por supuesto que no somos un torneo tradicional! No podemos serlo, con diez años de existencia, ni queremos serlo. Déjennos ser modernos e innovadores, revolucionar el deporte. ¿Por qué bloquearnos? Ecclestone cambia las reglas todas las semanas en la Fórmula 1, se adapta a lo que el cliente pide". 

"Esto me recuerda a la polémica con las recogepelotas modelo hace ocho años. Ocho años después seguimos, porque desde el principio lo hicimos en forma profesional". 

Tan convencido está Tsobanian de que los jugadores que ahora critican al torneo terminarán dándole la razón, que se atreve a imaginar una escena para el domingo 13, el día de la final: "Mi sueño es que ése día el ganador se arrodille sobre la pista azul y la bese".

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