Gracias al ingreso del boxeo en su programa, las mujeres competirán en Londres en todas las disciplinas por primera vez en la historia de unos Juegos Olímpicos, aunque algunos países siguen bloqueando la participación de sus deportistas femeninas o las condicionan a usar velo.
El COI -asamblea de 85 hombres y sólo 20 mujeres- ha trabajado mucho para que este relativo equilibrio entre generos en los terrenos de juego se haga posible, bajo el impulso del presidente Jacques Rogge.
El belga siempre recuerda que su institución se abrió a las mujeres en los Juegos de 1900, antes incluso que les dieran el derecho a voto en muchos países industrializados.
En Pekín, las mujeres representaban el 42% de la lista de deportistas. El ratio será más importante en Londres y el COI no descarta llegar pronto a una paridad inscrita ya en la carta orgánica olímpica.
Pero la igualdad de número no debe ocultar la discriminación persistente en algunos sitios. A menos de un mes de la apertura de los Juegos el 27 de julio, el COI "trabaja siempre para que las representantes de Arabia Saudí y Brunei estén presentes en Londres", dicen en Lausana.
Estos dos países, más Catar, que ya anunció la selección de varias atletas, son los únicos que jamás enviaron una mujer a un Juego.
Arabia Saudí, donde el deporte de competición está estríctamente prohibido a las mujeres, no acepta bajo la presión del COI y de ONGs de defensa de los derechos humanos tolerar la presencia de una o varias de sus ciudadanas en Gran Bretaña sin cumplir tres condiciones, según el príncipe Nawaf Ben Fayçal, jefe del Comité Olímpico saudí.
El velo, un pariente cercano y la no mezcla son sus condiciones, indicó el príncipe en una entrevista hace poco.
La suerte de todas las mujeres musulmanas será un punto de atención en Londres, donde se autorizará por primera vez el uso del hiyab en las competiciones de fútbol.
Ese aspecto de hiyab y el velo, que ya había recibido luz verde en marzo por las autoridades del fútbol, fue autorizado en firme este mismo jueves para las competiciones internacionales, señaló la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) en una rueda de prensa en Zúrich.
Durante los Juegos, el COI, que prohibe la ostentación de todo signo religioso, delega en las federaciones deportivas implicadas situar el uso del velo, considerado como un signo "cultural" para algunos, lo que permite una salida al problema.
La ONU, por ejemplo, que milita para esta medida, ve un progreso que "permitirá hacer desaparecer una barrera", según su consejero especial para el deporte, Wilfried Lemke.
Pero las asociaciones feministas denuncian un "dictado de extremistas religiosos", según los términos de Annie Sugier, presidenta de la Liga internacional de los derechos de las mujeres.
Para las púgiles, para la igualdad, Londres marcará un golpe hacia el progreso. Para las mujeres musulmanas, el inicio de un debate abierto.
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