El keniano Samson Kimombwa, primer atleta africano que batió el récord mundial de 10.000 metros, ha muerto a los 57 años, informó la Federación Keniana de Atletismo.
Kimombwa, que trabajó de profesor de matemáticas y de física en Kapenguria (oeste de Kenia) tras abandonar el atletismo, fue hospitalizado la semana pasada y falleció de un paro cardíaco tras sufrir una hemorragia en el páncreas.
El fondista keniano batió la plusmarca mundial en la reunión de Helsinki de 1977 con una crono manual de 27:30.5 y, según la anécdota que circula desde años, ni siquiera sabía qué era aquello de récord del mundo.
Aquél día, compitiendo con la camiseta roja de la Universidad de Washington State, Kimombwa acreditó un registro de 27:30.5, batiendo por tres décimas el récord mundial del británico Dave Bedford.
Cuando los periodistas le preguntaron que cómo se sentía después de batir el récord del mundo, Kimombwa preguntó, a su vez, al traductor qué era exactamente eso.
"Quiere decir, le dijo, que has hecho el mejor tiempo de los 10.000 metros". El atleta pidió aclaración sobre si se trataba de la mejor marca de ese año en todo el mundo, y cuando el traductor le contestó que mucho más, que era la mejor marca de la historia, replicó, muy sorprendido: "no puede ser. No soy ni siquiera el mejor de mi poblado. Había uno que me ganaba siempre cuando salía a correr con los de mi tribu".
Kimombwa trabajó también en la formación de jóvenes atletas, sobre todo en 3.000 m obstáculos. Entre sus discípulos estuvo Moses Kiptanui, tres veces campeón mundial; Brimin Kipruto, campeón olímpico en Pekín 2008, y el actual plusmarquista del mundo Saif Saaeed Shaheen.
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