Alberto Contador y Chris Froome se verán las caras en el montañoso recorrido de la próxima edición de la Dauphiné, que comenzará el 2 de junio como antesala del Tour de Francia, incluido un ascenso al Alpe d'Huez, anunciaron los organizadores.
A menos de un mes del inicio de la ronda gala, los dos ciclistas medirán sus fuerzas en una edición muy alpina de la carrera de una semana que cumple su 65 edición.
Sin prólogo previo, la Dauphiné comenzará el 2 de junio en Suiza, en la estación de Champéry, que servirá de salida y de meta a una etapa en línea de 121 kilómetros muy accidentada, aperitivo de una edición muy marcada por la montaña, al igual que su hermana mayor, el Tour.
Será la primera vez que la carrera comience en Suiza, donde pasó por última vez en 2002, cuando una etapa hizo meta en Ginebra.
Las dos siguientes jornadas, con meta en Oyonnax y Tarare, estarán reservadas a los esprinters y la siguiente será una contrarreloj de 32,5 kilómetros entre Villars-les-Dombes y Parc des Oiseaux.
Sin reposo, la Dauphiné entrará en su fase decisiva en la jornada siguiente con una llegada a la estación de Valmorel.
Dos días más tarde, el pelotón ascenderá el Alpe d'Huez, la mítica montaña de las 21 curvas que algo más de un mes más tarde subirán en dos ocasiones a cuatro días del final del Tour.
Pero el Alpe d'Huez no será la meta de la etapa de la Dauphiné, lo que permitirá a los participantes en la prueba testar el técnico descenso hacia Freney d'Oisans, que volverán a recorrer durante la 18 etapa del Tour.
La meta de esa jornada estará situada en Superdévoluy, tras ascender el col de Noyer.
Si la general no está todavía resuelta a esas alturas, la última etapa tiene todavía algunas montañas para acabar de resolverla, con 40 kilómetros finales sin descanso antes de la llegada a la estación de Risoul el 9 de junio
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