El séptimo juego, a todo o nada: después de una espera de nueve años, la Serie Mundial llegará al punto máximo.
Ahora, resta por ver si el séptimo acto el viernes reeditará el frenesí de emociones del sexto el jueves, en el que los Cardenales de San Luis remontaron dos veces tras estar a un strike de quedar fuera de combate y vencer 10-9 a los Rangers de Texas en 11 innings.
"Este fue el mejor juego de mi carrera", dijo Albert Pujols, el estelar toletero de los Cardenales sobre el choque del jueves en el que un doblete suyo puso en marcha la primera reacción en el noveno episodio. "Pero el juego de mañana será más importante aún. Uno va a quedar campeón".
La intriga en torno el partido girará en torno a quién será el abridor de San Luis. ¿Será el as Chris Carpenter con tres días de descanso? ¿Acaso Kyle Lohse o Edwin Jackson?
"Apenas he empezado a pensar sobre mañana", dijo el manager de los Cardenales Tony La Russa. "Me gusta el poder tener que pensar ahora, ya que vamos a tener un séptimo juego".
La tentación es Carpenter, pero hay que advertir que el derecho de 36 años apenas si tiene antecedentes con tres días de descanso, y los mismos no son alentadores.
En la última noche de la campaña regular, Carpenter ganó el juego que le dio a San Luis el wild card de la Liga Nacional, al lanzar una blanqueada de dos hits sobre Houston. Realizó 106 lanzamientos.
Luego, en la serie de primera ronda ante Filadelfia, le tocó abrir la misión de lanzar por primera vez en su carrera con tres días de respiro.
No sobrevivió del tercer inning, permitió tres carreras en el primero y una en el segundo. Hizo 65 pitcheos y lo sacaron por un bateador emergente en el cuarto, pero San Luis vino de atrás para ganar 5-4.
Según STATS LLC, durante las últimas dos décadas, los abridores con tres días de descanso exhiben foja de 9-8 con 2.78 de efectividad en la Serie Mundial. La marca de sus equipos es de 12-15.
"Carpenter es el mejor pitcher que yo he visto en mis 11 años de carrera", dijo Pujols.
Texas tenía decidido de antemano que Matt Harrison abriría en un séptimo juego. El zurdo cargó con la derrota en el tercero, en el que lanzó tres innings y dos tercios, permitiendo seis hits y cinco carreras. Eso sí, Harrison no estuvo entre los lanzadores que fueron víctimas de los tres jonrones que el dominicano sacudió la noche del sábado pasado en Arlington.
El historial del séptimo juego favorece a los dueños de casa, ya que el local ha ganado las últimas ocho veces que la Serie Mundial se ha ido al máximo. La racha comenzó justamente con los Cardenales venciendo a Milwaukee en 1982.
Las últimas dos Series Mundiales que se extendieron a siete juegos fueron las de 2001 y 2002. Un hecho llamativo es que los Diamondbacks de Arizona y Angelinos llegaron a casa en desventaja de 3-2 y se coronaron campeones a expensas de los Yanquis de Nueva York y Gigantes, respectivamente.
Los Piratas de Pittsburgh de 1979, la novena con Willie Stargell, Bert Blyleven y Omar Moreno, fueron los últimos visitantes en imponerse en el séptimo al superar a los Orioles de Baltimore.
Para los Rangers, el desafío será recuperarse del golpe anímico dejado por una derrota en uno de los partidos más vibrantes en la historia de las Grandes Ligas, en el que David Freese se convirtió en su peor pesadilla al empatar el juego con un triplete de dos carreras en el noveno y luego dejarles tendidos en el terreno con un cuadrangular al abrir el 11mo.
También estuvieron a un strike de la victoria y del campeonato en el 10mo, pero Lance Berkman empató con un sencillo ante Scott Feldman.
"Este es un juego que uno quisiera olvidar", dijo el torpedero venezolano de los Rangers Elvis Andrus. "Pero hay que dejarlo atrás... es una piedrita en el camino".
"Saldremos a jugar de la misma manera, con el mismo ánimo, la misma alegría y entusiasmo", agregó.
La última vez que se disputó un séptimo juego, John Lackey lanzó cinco innings con pelota de un hit y los Angelinos vencieron 4-1 a los Gigantes. Lackey fue apenas el segundo novato en ganar un séptimo juego, emulando a Babe Adams de los Piratas de Pittsburgh de 1909.
En el juego del viernes, los Cardenales irán por su 11mo campeonato y los Rangers intentarán atrapar el primero en sus 51 años de historia.
"Esto no me va a quitar el sueño", dijo el jardinero Josh Hamilton sobre el sinsabor del jueves. "Mañana vamos a volver. Vamos a sacudirnos de esto. Esa es nuestra mentalidad, pero va por partes iguales. Parece que ellos tienen la misma mentalidad".
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