El próximo 3 de junio, todos los aficionados libios al fútbol estarán pegados a sus televisores para ver el primer partido de su selección en la fase de clasificación africana para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, frente a Togo en Lomé. A partir de entonces, todos cruzarán los dedos para que su país obtenga su primer billete para la máxima competición futbolística.
Gracias a sus sorprendentes resultados en la Copa Africana de Naciones 2012 a principios de año, los Caballeros del Mediterráneo han escalado hasta la 46ª posición de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola; es decir, el mejor puesto de su historia. Muchos analistas creen que Libia dejará muy pronto de ser la única nación norteafricana que nunca ha participado en una Copa Mundial de la FIFA™.
A pesar de su eliminación en la primera ronda de la CAN 2012, la selección libia causó sensación al imponerse por 2-1 a Senegal, logrando con ello su primera victoria en una CAN celebrada fuera de su territorio. Los otros dos encuentros se saldaron con un empate ante Zambia (2-2) y con una derrota por la mínima ante Guinea Ecuatorial (0-1), país coanfitrión del certamen. Esos resultados no bastaron para superar la liguilla de grupos, y los libios dejaron vía libre a Guinea Ecuatorial y a Zambia, que a la postre se ciñó la corona africana.
Esas magníficas actuaciones son más impresionantes si cabe teniendo en cuenta que la situación interna del país era cuando menos tensa desde la revolución de febrero de 2011, que acabó por derrocar el régimen de Gadafi y que provocó la suspensión de toda actividad futbolística.
Contra viento y marea
Los Caballeros del Mediterráneo realizaron una concentración preparatoria en Egipto a principios de mes, en la que entablaron varios amistosos contra clubes locales y contra la selección egipcia, que los derrotó por 4-0. Luego se marcharon a Túnez, donde doblegaron a Ruanda (2-0) gracias a los tantos de Khalifa Qereira y de Mohamed El Mughrby, antes de saldar su último choque de preparación con una victoria por 1-0 ante Chad (con gol de Walid Sebaeie).
Abdelhafid Arbiche, el técnico que sucedió como seleccionador al brasileño Marcos Paquetá el pasado marzo, subrayó la importancia de esos amistosos: “La interrupción de la liga y de todas las competiciones locales ha complicado más todavía nuestra preparación, pero la concentración en Egipto nos ha permitido mejorar nuestra condición física. Los partidos amistosos en Túnez, a su vez, han permitido a los profesionales integrarse en el grupo. Dado que la liga libia está en punto muerto, más del 70% de nuestros jugadores militan en el extranjero, lo que hace que estos amistosos hayan sido fundamentales”.
El encuentro amistoso contra Ruanda dio a Ahmed Benali, jugador del Manchester City, la oportunidad de debutar con la selección libia (en un choque en el que, por otra parte, impresionó a todo el mundo). Ahora se espera con impaciencia la llegada de Eamon Zayed, quien ayudó al Persépolis iraní a alcanzar los octavos de final de la Liga de Campeones asiática 2012, con un total de 5 dianas que le convirtieron provisionalmente en el segundo máximo goleador de la competición.
El sorteo de la fase de clasificación africana para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™ encuadró a Libia en el Grupo I junto a la RD del Congo, Camerún y Togo. El segundo encuentro de esta ronda, el 10 de junio contra Camerún, tendrá lugar en Sfax (Túnez) y a puerta cerrada por motivos de seguridad.
Dicho grupo traerá recuerdos a los libios de la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002™, en cuya última ronda compartieron el Grupo A con Camerún, Togo, Angola y Zambia. Allí, por desgracia, acabaron como el colista destacado del quinteto, pues solamente sumaron 2 puntos tras sendos empates ante Togo (3-3) y Angola (1-1).
¿Lograrán los Caballeros del Mediterráneo contradecir a la historia y aprovechar el buen momento por el que atraviesa actualmente el equipo a pesar de los vaivenes políticos? ¿Les traerá suerte la “primavera árabe”? Lo sabremos en las próximas fechas, a partir del 3 de junio.
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