La FIFA recibió reclamos de una agremiación para permitir la venta de un bocado nativo del noreste brasileño en los estadios de la Copa del Mundo de fútbol 2014, en medio de acusaciones de que el organismo rector está cediendo ante patrocinadores corporativos como la cadena McDonalds.
Las discusiones se centraron en torno al "Acarajé", un íconico bocado frito al estilo buñuelo con guisantes negros, tradicional del estado de Bahía, pues una regulación de la FIFA prohíbe a los vendedores ambulantes dentro de un radio de dos kilómetros de las sedes de la Copa del Mundo.
Una solicitud presentada por la Asociación de Mujeres Vendedoras de Acarajé en Bahia (ABAM) exige que la FIFA garantiza espacio dentro de los estadios para sus miembros.
El Acarajé, fritura que es rellenada también con cebolla caramelizada y camarones, fue declarado patrimonio cultural de Brasil en 2005.
La ABAM y sus partidarios dicen que las restricciones fueron impuestas para proteger los intereses y la venta de hamburguesas de la multinacional McDonalds, uno de los principales patrocinadores del Mundial, y argumentan que sería escandaloso impedir la venta de acarajé, especialmente en el estadio Fonte Nova, en la capital del estado, Salvador.
La presidenta de la ABAM, Rita Santos, envió la petición al Presidente de la FIFA, Sepp Blatter, al ministro brasileño de
Deportes Aldo Rebelo, y al ex astro del equipo nacional, Ronaldo, miembro del Comité Organizador Local (COL) de la Copa.
Deportes Aldo Rebelo, y al ex astro del equipo nacional, Ronaldo, miembro del Comité Organizador Local (COL) de la Copa.
"Es evidente que la seguridad alimentaria, la higiene y la salud debe ser motivo de preocupación para los organizadores de un evento tan importante, pero esto no debe ser influenciado por los intereses de los patrocinadores como McDonalds", dijo ella.
"Queremos que las vendedoras de Bahía y de acarajé estén en la Copa del Mundo de 2014".
Sin embargo, la FIFA ha insistido en que las restricciones se pusieron en marcha por razones de seguridad y protección y no tienen nada que ver con McDonalds.
Sin embargo, la FIFA ha insistido en que las restricciones se pusieron en marcha por razones de seguridad y protección y no tienen nada que ver con McDonalds.
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