Nadie sabe qué pasará hoy en Valencia pero una cosa es cierta: pase lo que pase los peloteros de Cardenales le dieron ayer a su público la mejor despedida que hayan podido tener. Los 15.251 fanáticos asistentes al estadio recordarán el de anoche como un juego épico. De esos que pone el ritmo cardíaco a toda marcha, que parece darle alas a los corazones para romperle el pecho a todos.
Ayer, en ese quinto de la serie final, con dos victorias para cada equipo, el jugador menos pensado, José "Chato" Yépez, dio un batazo que causó la ebullición del parque Antonio Herrera Gutiérrez con el triunfo 3-2 de Lara sobre Magallanes en 11 innings.
El receptor de los Cardenales conectó un hit al centro del campo con hombres en segunda y primera base y trajo, en las piernas de Luis Valbuena, una razón de peso para viajar esperanzados a Valencia.
"Sabía que era el turno más importante de mi carrera en este beisbol y estaba esperando un pitcheo un poco alto en la zona", dijo Yépez luego del partido.
Carlos Miguel Oropeza, gerente general de los larenses, dijo en medio de la celebración de su equipo cuando pasaron a la final, que “este es un equipo con mucha garra. No dan por perdido un partido y luchan hasta el final".
Anoche, una vez más, el conjunto crepuscular demostró esa garra. Pedro Grifol, manager del equipo, tal vez no haya tenido tanta razón en sus declaraciones como las de anoche luego del partido. "Fue el mejor juego que he visto en mi carrera", dijo. "Yo he visto partidos buenos, pero nada como este. Los dos equipos dejaron todo en el terreno", continuó.
Un cotejo que cobra suma importancia cuando aún restan dos juegos, o al menos uno, en Valencia. "Nosotros teníamos que ganar este juego. Este es el triunfo más importante en la serie", se atrevió a decir el piloto de ascendencia cubana.
Los fanáticos, esos a los que Grifol tanto ha alabado en esta temporada, le dieron un feedback que provocó un nuevo agradecimiento del estratega. "Los fanáticos nos ayudan a ir a niveles que nosotros no tenemos por el cansancio".
RAY EN SU NOCHE
Ken Ray, acostumbrado a recibir castigo en los primeros episodios, anoche tuvo un albor que le dio la razón a la gerencia por haberlo traído como sustituto. El norteamericano lanzó 5.1 entradas y permitió dos rayitas (una sucia) y le dejó el camino a un bullpen que, como lo hizo durante la mayor parte de la campaña, pintó de ceros a la ofensiva naval.
Aunque en el inning once, Víctor Moreno tuvo que usar toda su experiencia para contrarrestar una amenaza delMagallanes. Con dos outs llenó las bases por boleto a Héctor Giménez, golpeó a Eliézer Alfonzo y dio otro pasaporte e Mario Lisson. Luego, el veterano cerrador dominó a Carrera con elevado al jardín central.
"Aquí me matan a mí o ganamos", dijo luego del desafío. Una aseveración que Pedro Grifol recalcó. "Yo salí para darle descanso a Moreno. Yo dije que muero con él en el montículo". Cardenales, en definitiva, puede jactarse de decir que ganó el mejor partido de la temporada.
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