Pablo Sandoval fue el primero que disfrutó la corona que alcanzaron frente a los Cardenales de Lara. El tercera base de los Navegantes del Magallanes fue galardonado como el Jugador Más Valioso de la final.
Con un total de 52 votos (unánime), el antesalista recibió el galardón por despachar tres cuadrangulares y remolcar nueve compañeros. "Es un sueño esto", dijo con champaña en su rostro. "Siempre quise titularme en Venezuela, era increíble que uno logre cosas en Estados Unidos y en tu país no lo puedas hacer", agregó el carabobeño.
| "Quise darle un regalo a la afición por ser consecuentes", expresó Sandoval |
"Una de las cosas por las que me quede fue por eso, para ganar. No podía irme este año sin sacarme esa espinita contra los Leones del Caracas (en la final de la 2009-2010). Esta vez la suerte estuvo de nuestro lado", mencionó Sandoval, quien también obtuvo el Más Valioso de la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco el año pasado. "No es igual, en tu país es más sabroso conseguirlo".
"Postergué mis compromisos en Estados Unidos para estar aquí y terminar todo los encuentros", enfatizó. "Quise darle un regalo a la afición por ser consecuentes", dijo. "Todo pelotero sueña con ir a una final. Hice mis llamadas y pude conseguir el permiso para extender mi permanencia. Gracias a Dios ellos fueron flexibles y me dieron la ilusión de seguir jugando", acotó.
El custodio del tercer cojín agregó que "la gente tiene que saber que esto es importante para nosotros. Varios jugadores postergaron compromisos como Elvis Andrus, Juan Rivera, etc. No me podía quedar atrás en eso, no me podía perder la fiesta".
"Desde que llegué y especialmente en el round robin me concentré en dar el batazo oportuno", indicó. "Todos los muchachos han sido héroe en algún momento del partido y eso influye en los resultados que hemos mostrado".
Su compañero en el campocorto, Elvis Andrus elogió lo hecho por el nativo de Puerto Cabello. "Un fuera de serie, ese tipo de peloteros que levanta el ánimo, que siempre tiene palabras de aliento. Me titulé con él, que siempre jugamos desde pequeño".
El manager Luis Sojo sabía que era un bate insustituible en su alineación. "Era el hombre de la serie. No tenerlo era dar ventaja. Hizo lo posible por quedarse y lo logró. Fue un bárbaro".
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